El CIS cree que la vivienda sigue siendo una de las preocupaciones de los españoles. Mucha gente compró casas y esperaba que el precio no bajara, mientras que muchos otros querían convertirse en propietarios y creían que el ajuste aún no había terminado. Si eres el último, entonces debes tener una idea para la casa de tus sueños, y lo más importante, cuánto cuesta.
Incluso antes de comenzar a buscar, el primer paso es averiguar la cantidad de hipoteca que podríamos pagar. Llegados a este punto, el principal problema y el mayor error que todos los españoles encuentran a la hora de comprar una casa es pensar en las cuotas que podrán pagar, en lugar de comprender el panorama global del significado de las hipotecas. Esto conduce inevitablemente a la siguiente pregunta: ¿Cuánto me dará el banco para comprar una casa?
Lo cierto es que la cuantía de la hipoteca puede venir determinada por el banco y sus intereses o por lo que realmente le viene bien a tus finanzas. Puede suceder, como sabes, que ambas cantidades no coincidan.
¿Cuánto dinero me dará el banco para comprar una vivienda?
Este es un tema que preocupa mucho a casi todos los españoles, que dependen de la financiación externa para convertirse en propietarios.
Dentro de las hipotecas existen dos restricciones generales que debemos conocer. En primer lugar tenemos el porcentaje de nuestros ingresos que irá a pago de la hipoteca y, por otro lado, el porcentaje del valor de la vivienda que se quiere hipotecar.
En este sentido, ¿cuánta deuda podría asumir? El porcentaje concreto se encuentra entre el 40% y el 35% de tus ingresos máximos. Por ejemplo, si nuestros ingresos son de 1000 euros, no nos darán nunca una hipoteca de más de 400 euros. Si no tienes ningún préstamo, ahí tienes la cantidad máxima que un banco te prestará. Esto se debe, obviamente, a que se necesita dinero para vivir y que, si el porcentaje fuera mayor, cualquier eventualidad podría ponernos en una situación complicada para pagar la hipoteca.
En la segunda de las restricciones, las hipotecas, generalmente, alcanzan 85% del valor de la vivienda. Bien es cierto que existen casos especiales y que, actualmente, existen las hipotecas al 100%, pero normalmente se limitará a darte el 85% de la menor de las cantidades entre el valor de tasación de la casa o el precio de compraventa.
Hipotecas y reformas
En ocasiones, se compra una vivienda que va a necesitar una gran reforma. El cambio de instalación eléctrica, la mejora del sistema de tuberías para poder tener suministro de agua, la instalación de sistemas de gas natural o energía renovable… son algunas de las cosas que se buscan con una reforma integral. En este caso, se suele comprar una vivienda de segunda mano y se reforma totalmente.
Para estos casos, algunas entidades financieras ya conceden el 120% de hipoteca, es decir, 100% del precio de la vivienda más aproximadamente un 20% adicional para la reforma, que se puede ir pagando a plazos en función del avance y del presupuesto de la obra.
Las casas de segunda mano que necesitan reforma pueden ser una opción muy interesante porque suelen ser más económicas que las casas que no necesitan reforma. En muchos casos, por el «sobrecoste», es decir, debe haber ahorros suficientes para realizar reformas o pedir prestado de préstamos después de comprar una casa, abandonamos la casa para reformar, lo que no siempre es factible.
Este tipo de hipotecas poseen unas características específicas:
- La vivienda a reformar debe utilizarse como residencia habitual del comprador.
- La entidad financiera brinda financiamiento al 100% para la compra y renovación de la vivienda, todo en forma de hipoteca, con un plazo máximo de 30 años (dependiendo de la edad del propietario).
- El costo de renovación que proporcionará el banco es aproximadamente el 20% del valor de la casa.
- El cliente se deberá hacer cargo de los gastos de las escrituras (notaría, impuestos, etc), los cuales no son financiados por la entidad.
- Los fondos destinados a la reforma se entregarán ante notario una vez vendida la vivienda, y se irán completando a medida que avance la obra y en base al presupuesto facilitado por el cliente.
En ocasiones, se compra una vivienda que va a necesitar una gran reforma. El cambio de instalación eléctrica, la mejora del sistema de tuberías para poder tener suministro de agua, la instalación de sistemas de gas natural o energía renovable… son algunas de las cosas que se buscan con una reforma integral. En este caso, se suele comprar una vivienda de segunda mano y se reforma totalmente.
Para estos casos, algunas entidades financieras ya conceden el 120% de hipoteca, es decir, 100% del precio de la vivienda más aproximadamente un 20% adicional para la reforma, que se puede ir pagando a plazos en función del avance y del presupuesto de la obra.
Las casas de segunda mano que necesitan reforma pueden ser una opción muy interesante porque suelen ser más económicas que las casas que no necesitan reforma. En muchos casos, por el «sobrecoste», es decir, debe haber ahorros suficientes para realizar reformas o pedir prestado de préstamos después de comprar una casa, abandonamos la casa para reformar, lo que no siempre es factible.
Este tipo de hipotecas poseen unas características específicas:
- La vivienda a reformar debe utilizarse como residencia habitual del comprador.
- La entidad financiera brinda financiamiento al 100% para la compra y renovación de la vivienda, todo en forma de hipoteca, con un plazo máximo de 30 años (dependiendo de la edad del propietario).
- El costo de renovación que proporcionará el banco es aproximadamente el 20% del valor de la casa.
- El cliente se deberá hacer cargo de los gastos de las escrituras (notaría, impuestos, etc), los cuales no son financiados por la entidad.
- Los fondos destinados a la reforma se entregarán ante notario una vez vendida la vivienda, y se irán completando a medida que avance la obra y en base al presupuesto facilitado por el cliente.